‘A LAS AUTORIDADES LES HACE FALTA TOMAR MAS EN SERIO SU PAPEL’…

Falta seriedad en el desempeño de las autoridades para que disminuya la violencia en esta frontera, reclamó Eduardo Hayen, párroco de la Catedral de Ciudad Juárez, ayer en entrevista.

“A las autoridades les falta tomar más en serio su papel, saber que son protectoras del bien común, del orden público… parece que no es así”, declaró el sacerdote.

De acuerdo con datos de la Mesa de Seguridad y Justicia, en lo que va del año incrementó el número de homicidios atribuidos a la disputa de grupos criminales en esta ciudad, y además se registró un alza en los robos de vehículo con violencia y en secuestros.

El sacerdote lamentó que pese a que ya se conocen los diagnósticos de violencia aún continúe el aumento en los delitos.

“Tiene que ver con la impartición de justicia. Está patas pa’rriba ¿Cómo es posible que haya una impunidad del más del 90 por ciento? Somos uno de los países más corruptos del mundo, es la tristísima realidad, no podemos tener un sistema de justicia porque todo es corrupción”, aseguró.

“Es vergonzosísimo y parece que no hay mucha voluntad política de arreglarlo”, expresó sobre la corrupción.

Reiteró que “es muy doloroso ver que nuestra autoridad no se pone las pilas para ir creando mejores sistemas de justicia para todos”.

Reconoció que para que la sociedad se mantenga pacífica, la Iglesia debe trabajar en conjunto con las autoridades y la comunidad.

“Muchas veces vemos como contubernios, asociaciones entre la autoridad y el mundo del mal y decimos: caray, volvemos a lo mismo”, expresó.

Dijo que el corazón del hombre está tan corrompido que aún la misma autoridad se disfraza de “los buenos” y “así lo hemos visto a lo largo de los últimos años en nuestro país”.

Hayen destacó la labor de la Iglesia Católica, pese a que el Gobierno no reconoce el trabajo que hace por la comunidad.

“A la Iglesia se le ve muchas veces como una institución poco arcaica, inútil, como que no aporta al bienestar social y tenemos una aportación importantísima, no solamente en la cuestión social”, dijo el párroco.

Enfatizó que es a través de la evangelización como se puede cambiar el comportamiento de las personas ayudar a la diminución de la violencia.

“Las iglesias son importantísimas para todo esto, porque son las que trabajan por todo esto desde el corazón del hombre y, gracias a la labor del evangelio, siempre se predica y puede ir cambiando la comunidad”, agregó Hayen.

“Nosotros trabajamos con los corazones, con almas y al Gobierno le toca trabajar con armas y con otras estrategias, pero derrotar el mal es un trabajo en conjunto, la Iglesia sola no puede, el Gobierno solo no puede; se necesita un diálogo entre los dos para tener resultados efectivos”, finalizó Hayen.

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