EN LA ORFANDAD, ESCUELAS PARA DISCAPACITADOS

Profesores se quejan de que no se les ha pagado desde hace unos meses; también reprochan la falta de insumos

Cada CAED tiene una matrícula de entre 60 a 70 alumnos atendidos por entre cinco y siete profesores.

Los Centros de Atención para Estudiantes con Discapacidad (CAED) fueron abandonados al nacer. Desde que fueron creados por el gobierno panista, en 2009, padecieron descuidos como: no entregarles regularmente recursos públicos para operar, retrasar hasta seis meses continuos los salarios de los maestros y ponerlos en marcha sin un plan de estudios adaptado a los alumnos con discapacidad auditiva, motriz, visual, sicosocial e intelectual.

El problema continuó en toda la administración priista y se volvió herencia para el nuevo gobierno, conflicto que hoy mantiene en la incertidumbre administrativa a los 300 CAED de todo el país y con ello vulnera laboralmente a mil 515 asesores, auxiliares y pone en riesgo la educación de 20 mil alumnos.

“Desde que yo entré, una de las advertencias que me hicieron en la entrevista laboral es que necesitaba un trabajo extra porque, probablemente, iban a tardar en depositarnos los pagos que deberían de ser mensuales. En ese momento, hace tres años, no había muchas opciones de trabajo y tenía poco que había salido de la universidad; hacía un año y medio, dos años, y decidí tomar la oportunidad”, explicó Juan Manuel Tejeda Gutiérrez, profesor y a la vez responsable administrativo en el CAED Cetis 18, en Mexicali, Baja California.

Los CAED pertenecen a la Dirección General de Bachillerato de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y operan bajo un sistema no escolarizado para personas con discapacidad, que contempla la certificación del bachillerato por evaluaciones parciales.

Problemática

Excélsior contactó a siete docentes y encargados de los Centros en cinco estados del país y comprobó que, sin conocerse entre ellos, coincidieron que reiteradamente les han atrasado los pagos en los últimos nueve años, en las mismas fechas y hasta por periodos de seis meses; al día de esta publicación, por ejemplo, se les adeudan los salarios de enero, febrero y lo que va de marzo.

“Hay pagos que no se han efectuado; en nuestro CAED nos deben prácticamente 100 mil pesos en sueldos que nunca se realizaron. Hay docentes asesores que todavía siguen ahí que les deben todavía tres meses completos desde 2016. Ya se han generado los trámites, procedimientos, oficios y no hay ninguna respuesta clara y me imagino que en toda la República mexicana hay muchísimos más casos”, dijo Juan Manuel, quien enseña Lengua y Literatura.

Sin embargo, del 1 de diciembre a la fecha las protestas de las calles sobre todo contra la SEP se han hecho visibles en redes sociales, con usuarios que se identifican de Centros en varios estados y la mayoría seguidores en Twitter de la misma cuenta.

“Todo trabajador merece su pago… Pero los asesores de #CAED tienen que esperar ¿quién sabe cuándo se resuelva esta lamentable situación?”, publicó @caednacional el 1 de marzo pasado.

Los asesores con los que este diario habló son profesionistas con un mínimo de licenciatura en materias como sicología, medicina, comunicación, filosofía, biología y matemáticas, pero en la marcha se han capacitado para comunicarse con alumnos que no pueden escuchar, hablar o ver.

“Yo tengo que preparar clases para alumnos sordos, dar las clases con lengua de señas; tengo que preparar clases para alumnos con discapacidad motriz y también para alumnos con discapacidad intelectual. Es un trabajo sumamente laborioso, el cual realizamos con mucho amor y con mucha ética porque amamos nuestro trabajo, pero sí es muy demandante, y sí afecta mucho la falta de recursos, la falta de pago, porque esto nos complica mucho la labor de maestros”, dijo Anais Paredes, del CAED CBTis 43, en Sinaloa.

Sólo tutores

La SEP no reconoce a los maestros de los CAED como docentes, sino como asesores. Son contratados por honorarios, lo que significa que no reciben prestaciones ni seguro médico y perciben irregularmente lo equivalente al total de dos salarios mínimos mensuales, con lo que, además, tienen que pagar a un contador para declarar impuestos.

“(Pedimos) certeza laboral, además un punto importantísimo es que nuestro sueldo es ínfimo en comparación con algunos datos que hemos encontrado a nivel internacional: a un profesor de educación especial se le debería estar pagando entre 16 mil, 17 mil pesos mensuales y a nosotros nos pagan poquito más de 7 mil… cuando nos pagan”, dijo María del Pilar López, asesora de matemáticas y física de un CAED en la Ciudad de México.

Sin contar con capacitación de la SEP, Pilar López aprendió lenguaje de señas “a lo salvaje, en el aula con los alumnos y con mis compañeros… mis alumnos me decían: tú nos enseñas física y matemáticas, nosotros te enseñamos lengua de señas”.

En promedio, cada CAED tiene una matrícula de entre 60 a 70 alumnos atendidos por entre cinco y siete profesores, auxiliares y encargados. En el CAED a su cargo en Nogales, Sonora, la maestra Gloria Larios tiene a 48 estudiantes.

“Asesores sólo tengo dos, porque los demás renunciaron precisamente por la inestabilidad que existía en los pagos, no los pude retener, buscaron opciones y se fueron. Yo creo que llevo unos seis, siete asesores que han renunciado”, dijo la profesora en materias de humanidades y comunicación.

Recursos

Roberto Antonio Cortés Cueto, auxiliar administrativo del CAED 4 en la Ciudad de México, retrató otro problema que enfrentan los centros, el retraso también de los recursos para comprar insumos, material y otros gastos de operación.

“No ha llegado (la partida presupuestal) al menos desde hace 10 meses”, dijo.

En los últimos tres años, los profesores han marchado y encarado a funcionarios, logrado reuniones con la SEP y la Secretaría de Hacienda bajo la administración del presidente Enrique Peña Nieto; hoy la dependencia encabezada por Esteban Moctezuma no los ha recibido.

“Con los pagos a partir de mayo del año pasado —que ya teníamos un rezago de 4 meses— empezamos a movilizarnos y fue cuando el 8 de mayo de 2017 la SEP sacó el comunicado 138 donde nos dice que garantiza que nuestro pago va a ser regular y ya va a ser periódico sin retraso lo cual no ha pasado”, dijo.

Sin embargo, con la llegada del nuevo gobierno se volvieron a retrasar los pagos, incluso el salario de noviembre y diciembre, y la compensación navideña se la pagaron a mediados de enero.

“Estuvimos manifestándonos en redes sociales y apenas, el 18 de enero, se nos realizó el pago, pero tenemos todos la incertidumbre de qué es lo que va a pasar ahora con el cambio de gobierno”, dijo Luis Fernando Hernández Ayala, del CAED en el Cecati 190, en Guadalajara.

Empero, mantienen esperanza que la SEP los reciba, e incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien durante su reciente gira en Campeche, mientras saludaba a la gente en un mitin, firmó una carta de profesores del CAED en la que le solicitaron audiencia.

“El propósito es hacer de su conocimiento la situación actual de los CAED…”, dice una línea de la misiva fechada el 5 de marzo.

Debido a fallas, los profesores informaron que desde septiembre pasado a la fecha el sistema para inscribir a alumnos y solicitar exámenes está totalmente paralizado, y lo están llevando de manera manual.

Juan Antonio Rodríguez, quien imparte clases de tecnología de información de la comunicación en un Centro de la Ciudad de México, retrata que los CAED tienen “un rezago también de las tecnologías”.

“Todavía dentro del plan de estudios, dentro del trabajo que se hace con los chicos, se les dice que los más actual sigue siendo un blog; en la parte de informática es un poco apelar más al conocimiento de los chicos de que se aprendan de memoria cosas porque se les enseñan todo lo que es página web, todo lo que tiene que ver con la herramienta informática y con las computadoras”, explicó.

Otra coincidencia no menor entre los testimonios, es que desde el origen de los CAED los profesores han tenido que adecuar el material para los alumnos día con día.

“Se van enfrentar a un examen único que les va servir como calificación para una materia, pero este mismo problema radica en que esos exámenes no están adaptados para las necesidades de estos alumnos, no hay una adaptación para chicos auditivos, visuales en sillas de ruedas, etcétera, entonces lo que nosotros hacemos es pues adecuar el material que tenemos que es el de preparatoria abierta para que ellos puedan tener acceso a ese tipo de educación”, compartió Roberto Antonio Cortés.

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