La posible construcción de un basurero de desechos médicos, que pudiera descargar millones de galones de agua de su procesamiento al sistema de alcantarillado de la ciudad, ha desatado el enojo y la preocupación no sólo de los residentes del área aledaña al proyecto sino también de las autoridades locales.
El comisionado del Condado Vince Pérez, y la regidora y alcaldesa suplente, Claudia Ordaz, han presentado una moción para anular la decisión del director ejecutivo de la Comisión de Texas para la Calidad Ambiental (TCEQ) que otorgó la aprobación de la construcción del basurero de desechos médicos a una empresa de Amarillo, Texas.
El lugar propuesto para construir esta instalación de desechos médicos es en el 9119 Billy the Kid y el solicitante, MedCare Environmental Solutions, Inc., propone importar y procesar casi 100 mil libras de desechos médicos con riesgo biológico por día, situación que despertó la preocupación de los residentes de la zona.
“El lugar donde están proponiendo hacer este basurero está cerca de escuelas, parques y cinco iglesias, no entiendo por qué tienen que hacer esto en nuestro vecindario”, dijo Armida García, quien asistió a una audiencia comunitaria realizada en octubre del año pasado.
Esta instalación planea procesar hasta 40 toneladas de desechos médicos, incluyendo partes del cuerpo, fluidos corporales, de tejidos y otros desechos generados por instalaciones relacionadas con el cuidado de la salud desde fuera de El Paso, las 24 horas del día, a través de un proceso llamado autoclave de vapor.
Un sistema de autoclave muy básico es similar a una olla a presión que usa el poder del vapor para matar las bacterias. Las sustancias se procesarán en agua calentada hasta 250 grados Fahrenheit durante 30 minutos. Las sustancias luego serán trituradas y llevadas a un relleno sanitario.
“Con los esfuerzos continuos de El Paso Water Utilities para convertir las aguas residuales en agua potable, en la misma área donde una instalación de desechos médicos propone arrojar millones de galones de aguas residuales de desechos biológicos peligrosos al sistema de alcantarillado de la ciudad, es muy preocupante”, dijo Pérez.
Añadió que “TCEQ ha aprobado previamente los planes de EPWU para construir una nueva planta de tratamiento para procesar las aguas residuales y convertirlas en agua potable. Estas aprobaciones de suelo por parte de TCEQ son totalmente inconsistentes y estoy profundamente preocupado por el riesgo potencial para la salud y el bienestar de los residentes”.
Por su parte la alcaldesa aclaró que “si se construyera, esta instalación sería la primera de su tipo en la ciudad de El Paso y procesaría hasta 40 toneladas de desechos médicos al día”, dijo Ordaz.
“Estoy profundamente preocupada por la decisión de TCEQ de aprobar la construcción de esta instalación que representa un gran daño para los residentes de El Paso”, señaló.
MedCare Environmental Solutions, Inc. presentó una solicitud a TCEQ en febrero de 2017 para construir y operar una instalación de procesamiento de desechos médicos en el Este de la ciudad.
Debido a la falta de notificación adecuada a los residentes del área, el representante César Blanco y la concejal de la Ciudad Claudia Ordaz Pérez expresaron su preocupación a TCEQ y Blanco convocó a una audiencia pública que se llevó a cabo en octubre de 2018.
Más de 2,500 peticiones de residentes del área fueron recogidas y presentadas en la audiencia pública.
Después de una revisión, el director ejecutivo de TCEQ emitió una decisión aprobando la solicitud a partir del 18 de enero de 2019, a pesar de las preocupaciones y objeciones abrumadoras de la comunidad.
Las presentaciones para revocar la decisión del director ejecutivo que aprueba la solicitud de instalación de residuos se enviaron la semana pasada.
El representante César Blanco, el regidor Henry Rivera, la fiduciaria de YISD, Kathyrn Lucero, el superintendente de YISD, Xavier De La Torre, y varios residentes afectados por la aprobación de TCEQ presentaron propuestas adicionales para anular dicha propuesta.
