Las Cruces, NM— Luego de esperar la llegada de su bebé durante 9 meses, una mujer originaria de Deming, Nuevo México, nunca imaginó que la niña nacería justo a un lado de la carretera y menos que su parto sería asistido por un agente de la Patrulla Fronteriza (USBP).
El pasado domingo, poco antes de las 12 del mediodía, Evelyn Villafuerte llegó al mundo sin darle tiempo suficiente a su madre de llegar al hospital en Las Cruces.
Su madre entró en labor de parto cuando circulaba por la Carretera Interestatal 10 (I-10), a la altura del marcador de la milla 116 entre Deming y Las Cruces. Evelyn pesó 6 libras con 2 onzas y midió 11 pulgadas.
“Yo vine al hospital el sábado, pero me regresaron porque aún me faltaba para aliviarme, ya el domingo comencé a sentir dolores y no quise ir rápido al hospital para que no volvieran a regresarme. Ya cuando sentí los dolores muy fuertes quise llegar al hospital pero ya era poquito tarde”, dijo riendo Mónica Márquez.
La mujer de 23 años relató a El Diario de El Paso, que ella iba como pasajera mientras su madre conducía lo más rápido posible pero llegó un momento en el que sintió que Evelyn ya iba a nacer.
“Pasando donde se conectan los condados de Luna y Doña Ana fue cuando dije ‘ya va a venir’ y me quité la pantalonera, me recosté en el asiento y me acomodé como pude para tener a mi hija”, explicó.
Márquez señaló que la primera reacción de su madre, Sonia Valenzuela, fue llamar al número de emergencias 911 sin imaginar que un agente de USBP llegaría a auxiliarlas.
“Mi mamá llamó al 911 y la operadora le iba diciendo cómo ayudarme mientras llegaba la ayuda, poco después llegó el agente de la Border Patrol”, dijo.
En tanto Valenzuela explicó que nunca pasó por su mente tener que ayudar a su hija a traer a su nieta al mundo y menos en un auto.
“Yo sólo le pedí a Dios que me ayudara, hice mis oraciones y seguí las indicaciones de la operadora (del 911) hasta que llegó la ayuda”, comentó la abuela.
Por su parte el agente/paramédico Dan Sheehan, de la estación de Las Cruces, se dijo emocionado por haber podido ayudar a Márquez con el nacimiento de su hija.
“Recibimos un reporte y yo era el más cercano, así que fui a buscarlas. Eran alrededor de cuatro millas de distancia, cuando llegué la bebé ya estaba afuera, pero eso sólo es una parte del parto y puse manos a la obra”, mencionó.
Sheehan explicó que mientras se dirigía al lugar, muchas cosas pasaron por su cabeza ya que era la primera vez que iba a atender un parto, pero confió en su preparación para poder ayudar a la joven madre.
“Tengo que admitir que estaba un poco nervioso, pero ya cuando llegué los nervios se fueron porque sólo piensas en hacer las cosas bien para la bebé y la madre”, dijo.
El agente indicó que aunque asistir partos forma parte de su capacitación como agente/paramédico nunca imaginó que algún día llegaría a ponerlo en práctica.
“Estamos en capacitación constantemente, pero pues no es común que nos toquen este tipo de cosas, pero es lo bonito de mi trabajo como agente/paramédico, puedo tener experiencias como esta”, resaltó.
Agradecidas con USBP
Tanto Márquez como Valenzuela se dijeron agradecidas con el agente por su pronta respuesta en ese complicado momento.
“Le doy gracias a Dios porque él estaba ahí, tenía todo su equipo para ayudarme y estaba listo por si algo salía mal, pero gracias Dios todo salió bien y luego ya me trajeron en ambulancia al hospital”, dijo Márquez.
Agregó que le da gusto que la gente pueda ver este otro lado de los agentes, ya que en ocasiones sólo por el hecho de portar ese uniforme se les juzga mal.
“Los agentes son más que sólo de migración. A mí me ayudaron mucho con lo del nacimiento de mi hija, en verdad les agradezco su ayuda”, concluyó.