A poco más de un año de la muerte de Jay Díaz, su padrastro, quien le disparó accidentalmente con una escopeta, fue sentenciado a 12 años en prisión por homicidio imprudencial.
Se trata de Miguel Ángel Herrera Chico, de 26 años, a quien el 20 de febrero de 2018 se le escapó un disparo mientras trataba de arreglar el arma.
Los hechos se registraron alrededor de las 6:59 de la tarde en una vivienda ubicada en la cuadra 7100 de la calle Dale Road, en el Valle Bajo.
Tras recibir el escopetazo, Díaz de 15 años fue trasladado de emergencia al Centro Médico Del Sol, donde fue declarado muerto poco después de ser ingresado.
El juicio contra Herrera Chico estaba programado para iniciar este mes de febrero, pero el hombre llegó a un acuerdo con la fiscalía y se declaró culpable por los cargos en su contra ante la juez María Salas Mendoza, a cargo de la Corte del Distrito 120 del Condado de El Paso.
Además de la sentencia por la muerte de Díaz, Herrera Chico fue condenado a 10 años de cárcel por el cargo de posesión ilegal de un arma de fuego por un ex convicto; Dicha sentencia se cumplirá de manera conjunta con la primera.
En 2010 Herrera Chico pasó 4 años tras las rejas por posesión de drogas y en 2015 estuvo preso un año por un cargo de evadir el arresto.
Era sobreviviente de cáncer
En entrevista previa con Yolanda Díaz, abuela de la víctima, la mujer relató que el menor fue diagnosticado con linfoma de células b, un tipo de cáncer que afecta los glóbulos blancos, responsables de la producción de anticuerpos.
Luego de luchar contra esta enfermedad, Díaz pudo superar el cáncer y a los 8 años pudo cumplir su sueño de practicar su deporte favorito, el fútbol americano.
Con un nudo en la garganta la mujer relató a El Diario de El Paso, que la vida le permitió cumplirle a su nieto el deseo de tener un celular iPhone, el cual le entregó una semana antes de la tragedia.
